La sociedad avanza a ritmos insostenibles. Cada día aumenta la producción de todo tipo de productos que también consumimos a velocidad de vértigo. Por otro lado, y aunque estemos más o menos acostumbrados a reciclar, ahora es el momento de aprender otra forma de contribuir a la sostenibilidad del planeta: la eficiencia energética.

Necesitamos energía, y mucha, para iluminar nuestros hogares, escuelas, oficinas, hospitales, hoteles y restaurantes. La iluminación, en realidad, representa casi el 25 % del presupuesto energético de Estados Unidos, que equivale aproximadamente a US$70,000 millones al año.

Debido a que consume una parte tan grande de la energía del país, la iluminación se ha convertido en una prioridad para las iniciativas de eficiencia energética. Tales iniciativas pueden reducir las emisiones de carbono y proteger el medio ambiente.

Una de las mejores y más sencillas maneras de ahorrar energía es utilizar atenuadores y otros dispositivos que controlen la luz natural y la luz eléctrica, lo que habitualmente se conoce como control de iluminación. Nadie sabe esto mejor que Lutron, la empresa que inventó el primer atenuador de estado sólido y fue pionera en la industria del control de la iluminación.

Los productos de Lutron abarcan desde atenuadores y sensores de ocupación inalámbricos hasta sistemas de persianas y cortinas automatizadas, así como sofisticados sistemas de gestión de la iluminación para toda la casa y todo el edificio. Los encontrará en los edificios más avanzados en cuanto a su nivel arquitectónico y ambiental, desde Boston hasta Beijing.

Lutron estima que sus atenuadores ahorran un total de 9,200 millones kilovatios-hora (kWh) por año. Esto equivale a la producción de una central eléctrica nuclear o de carbón, o aproximadamente US$1,000 millones en costos de energía. “Atenuar sus luces, aunque sea en un 20 %, ahorra alrededor de un 20 % en energía”, sostiene el Dr. Ian Rowbottom, ingeniero de aplicación principal de Lutron. “Cuanto más las atenúe, más ahorrará”.

Una historia de conservación

El legado de la conservación de Lutron comenzó en 1959, cuando Joel Spira inventó el atenuador de luz de estado sólido mientras usaba su departamento de Nueva York como un laboratorio improvisado. Dos años más tarde, Lutron, la empresa que fundó, presentó el atenuador giratorio Capri, que cambió para siempre la manera de ver la iluminación.

Antes de esto, la atenuación de las luces era principalmente competencia del teatro, y el equipo utilizado era ineficiente y poco atractivo; en su mayor parte, se trataba de reostatos y autotransformadores voluminosos.

La diferencia Lutron

El edificio del New York Times utiliza el ajuste de nivel de luz (la configuración de los niveles de luz específicos para cada espacio de trabajo) y los sensores de ocupación para apagar las luces cuando el espacio está desocupado. También utiliza la función de aprovechamiento de la luz natural que atenúa las luces automáticamente cuando hay suficiente luz del día. La luz natural se controla mediante persianas y cortinas automatizadas, con el sistema que ajusta los niveles de luz eléctrica para que haya la cantidad adecuada de luz.

Gracias al sistema, el edificio del New York Times ahorra el 70 % de la electricidad en iluminación, lo que genera un ahorro de US$600,000 analmente, o US$30,000 al año en cada uno de los 20 pisos donde funciona el sistema. La reducción en el consumo energético evita lo que equivale a 3,300 toneladas de emisiones de carbono cada año.

Pero no tiene que estar en Nueva York para ver a Lutron en acción. Nuestros atenuadores y sistemas están en todas partes.

Cuando ingresa a un hotel o una tienda prestigiosa, los atenuadores de Lutron ayudan a crear un entorno ideal y ahorran energía “sin sacrificar la ambientación”, comenta Michael Jouaneh, gerente de marketing de Lutron. Lo que más llama la atención es el impacto acumulativo de los atenuadores: sumados, los atenuadores de Lutron ahorran suficiente energía cada año como para iluminar 4.5 millones de hogares durante 12 meses.