Cuando 3M comenzó en 1902, nuestros cinco fundadores tenían un objetivo simple: extraer corindón, un mineral ideal para fabricar papel de lija y muelas abrasivas. Resulta que lo que creían que era corindón era en realidad otro mineral de baja calidad llamado anortosita.

El descubrimiento de un mineral de mala calidad podría haber provocado el fin prematuro de nuestra incipiente empresa, pero nuestros fundadores persistieron. ¿Por qué? Porque ese primer año nació algo más importante: el espíritu de innovación y colaboración que forma la base de 3M hoy en día. Así que, en lugar de dar por terminado el proyecto, recurrimos a materiales diferentes, los aplicamos a otros productos, nos ganamos la confianza de importantes inversores y fuimos aumentando las ventas poco a poco.

Las innovaciones científicas, técnicas y de marketing produjeron éxito tras éxito a lo largo de los años, lo que finalmente convirtió a 3M en un nombre constante en la  lista Fortune 500. Hoy, más de 60.000 productos 3M se utilizan en hogares, empresas, escuelas, hospitales y otras industrias. Un tercio de nuestras ventas provienen de productos inventados en los últimos cinco años, gracias a las innovaciones de los miles de investigadores y científicos que empleamos en todo el mundo.

Con operaciones corporativas en 70 países y ventas en 200, estamos comprometidos a crear la tecnología y los productos que hacen avanzar a cada empresa, mejoran cada hogar y mejoran cada vida.